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En esta tercera entrega relacionada con la preparación del plato de Alto Rendimiento, sumaremos dos nuevos ingredientes (Acompañamiento y Desafíos) a la cazuela donde pochan desde el post anterior la formación y las experiencias de aprendizaje.
Como indiqué en el post «Alta cocina en las Organizaciones (I)«, el alto rendimiento es un plato cuyos ingredientes, sin contar la calidad de la materia prima, son fáciles de encontrar y a un precio razonablemente asequible: 1.- Formación; 2.- Experiencias de aprendizaje; 3.- Acompañamiento; 4.- Desafíos; 5.- Jerarquía y 6.- Capacidad de decisión.
Llegué a creer que la vida como profesional de recursos humanos consistía en una permanente búsqueda y elaboración de estrategias, teorías, criterios, pautas y métodos cada vez más consistentes a medida que la experiencia me habilitaba a un más alto rango en el organigrama del quehacer.
Cuando Google sea capaz de proponer las sugerencias que se indican en estas viñetas podremos decir que está muy cerca de incorporar la inteligencia emocional a sus criterios de búsqueda.
Un ejercicio que recomiendo en las organizaciones es registrar lo que no ocurre. Consiste en centrarse en lo ausente y en valorar el impacto de esa infinidad de fenómenos y comportamientos que nunca se dan.
El lenguaje es un recurso masivo en las Compañías. Bien pergeñado es síntoma de vitalidad; su ausencia, es decir, el silencio, nos habla de una empresa abandonada; y su abuso, el ruido, vaticina lo peor.
Poco que añadir a la imagen que acompaña este post. Desconfío de las empresas que demandan confianza, que alardean de ella mientras los empleados se sonrojan.
Liderazgo. Hay un embrujo con esta palabra como la hubo en su momento con el nacionalsocialismo. Parece el salvador y precursor de una nueva era: la superioridad racial del líder.
Se dice que, en los negocios, los líderes lideran personas, pero lo que realmente ocurre es que los líderes lideran A TRAVÉS de las personas, no a las personas.
¿Por qué usamos una misma palabra para referirnos a formas tan distintas, e incluso incompatibles, de movilizar a la gente?
El liderazgo sin ética es todo menos liderazgo.
Después de 20 años trabajando en Compañías, Tengo el presentimiento de que «talento» puede ser muchas cosas… o nada. A estas altura desconozco si el talento es algo que se detecta o algo que se atribuye.
