Cuando Google sea capaz de proponer las sugerencias que se indican en estas viñetas podremos decir que está muy cerca de incorporar la inteligencia emocional a sus criterios de búsqueda.
Los emparejamientos que he obligado a que Google proporcione son, si se quiere, sinónimos cogidos de los pelos, términos que nunca un diccionario asociaría, pero sí los asocia la realidad. Y muy a menudo, además.
Todo programa de desarrollo organizacional nace limpio, sin trampas. Por ejemplo, un plan de Talento. Se define el objetivo alineado con la estrategia, se arman los criterios, se detallan los recursos, la planificación y la metodología, comienza el proceso de detección y ya tenemos al grupo de talento seleccionado. Hasta aquí todo va sobre ruedas y la labor de Recursos humanos parece incluso efectiva.
Pero la cosa comienza a torcerse cuando observas el listado y piensas que algo falló o que el proceso estaba manipulado de antemano, porque no se entiende qué hace fulano ahí y cómo mengana quedó fuera. Pero no olviden que las organizaciones consideran que su trabajo es DETECTAR talento, no atribuirlo. Vamos que alardean de aplicar el rigor científico y metodológico propio de un pertinaz buscador de oro en las minas Californianas en el siglo XIX. Y es que la empresa parece estar repleta de talentólogos, supuestos expertos en detección de talento que a veces creo que realizan sus tasaciones con alto nivel de alcohol en sangre debido a lo sorprendente de sus hallazgos.
Ninguno de los conceptos que he consultado en Google (compromiso, liderazgo, dirección por valores…) daría la respuesta que yo he provocado, pero sería necesario que lo hiciera para que el listado de resultados confluyera con la realidad empresarial.
Consejo a Google: que el criterio de asociación de conceptos no se limite a su afinidad léxica, sino al porcentaje de veces que la realidad hace coincidir un término con otro (talento con pusilánime o con familiar, compromiso conbaboso, Dirección por Valores con engañabobos, alto potencial conenchufado…). Y para ello, qué mejor que recorrer con el auto de Google Street View el interior de las organizaciones y aumentar la validez y fiabilidad de los resultados de búsqueda.
¿He sido cómplice alguna vez de estos procedimientos? No estoy libre de culpa.
