IMG-20160125-WA0006 (1)No crean que sé de qué hablo cuando hablo de talento. Intuyo de qué va, aunque de un modo difuso e indeterminado. Pero voy a ello a sabiendas de que el 100% de las personas escribimos, incluso, de lo que no sabemos.

Hay tantas definiciones de Talento como personas en el mundo, y de todas ellas destaco una que me compartió una compañera: una persona con talento es aquella a la que miras a los ojos y ves el futuro de la empresa. Me gustó. Admito su falta de rigor científico, y su petulancia, pero lo cierto es que, al aplicarla, me ha funcionado bastante bien.

Les recomiendo que la pongan a prueba y, si no funciona, deséchenla. No pasa nada por probar. Les aseguro, además, que resulta una manera muy barata y muy rápida y que, por si fuera poco, consigue los mismos resultados, o mejores, que otros programas caros, lentos y de sospechoso resultado.

Aquí van diez errores que se cometen con el talento. O mejor dicho, diez errores que alguna vez YO he cometido:

  1. Confundir talento con valía.
  2. Dejar la gestión del talento en manos de profesionales sin talento.
  3. Mantener el talento lejos de las decisiones.
  4. Llamar talento a cualquier cosa.
  5. Dejarlo escapar.
  6. Ensalzarlo hasta dañar la aportación de los demás.
  7. Creer que el talento se tiene que parecer a nosotros/as en algo.
  8. Abusar de esta palabra.
  9. Creer que existe talento dócil.
  10. No merecerlo.

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