Los directivos comparten más del 70% de las responsabilidades. Saberlas definir transforma el modo de entender su trabajo.

Una de las claves en el desarrollo de las organizaciones está no sólo en detectar y definir aquello que cada puesto, posición o persona hacen diferente de las demás, sino también aquellas responsabilidades que se comparten independientemente del nivel, área o rango de una posición. A esto se le denomina “responsabilidades compartidas”. Estas responsabilidades compartidas, que se definen a través de talleres de participación de los propios profesionales, permiten detectar similitudes entre los puestos, las personas y los niveles de responsabilidad. En algunas organizaciones, incluso, definen responsabilidades compartidas para todo profesional que sea parte de la empresa. Por poner un ejemplo, cualquier posición de Dirección, independientemente de si dirige Marketing, Producción, Tecnología, etc. comparte con el resto de Direcciones una serie de responsabilidades. Su definición permite entender al interdependencia, establecer los objetivos asociados, así como definir los perfiles competenciales requeridos en cada nivel de responsabilidad, en este caso, de Dirección.

¿Dónde radica su importancia?

La clave de la eficiencia no está sólo en saber lo que hago diferente de otras posiciones, sino lo que nos une a todos o a quienes comparten un mismo nivel de responsabilidad.

Tanto las responsabilidades diferenciales como las compartidas completan el quehacer de cada profesional.

Cuanto mayor es el nivel de responsabilidad, mayor es el número de responsabilidades compartidas (más se parecen unas posiciones a otras)

Algunas ideas

  • El hecho de que los profesionales compartan responsabilidades no divide las aportaciones sino que multiplica sus efectos.
  • Es a partir de esta definición de responsabilidades compartidas cuando es posible establecer objetivos asociados a cada una de esas responsabilidades aportando coherencia y validez interna a la gestión del rendimiento de los profesionales.
  • No cabe duda de que el mayor impacto de la detección y definición de las responsabilidades compartidas se da en los resultados de negocio.

Objetivos generales

  • Trabajar la transversalidad de las responsabilidades de los diferentes niveles en la organización para facilitar la homogeneidad en la atribución de objetivos a los profesionales y alienar de manera efectiva con las prioridades de la Organización.
  • Cohesionar a los diferentes grupos directivos y mandos medios a partir de la toma de conciencia de las responsabilidades compartidas y, en definitiva, de la interdependencia.

Clientes

  • Empresas, organizaciones e instituciones en general.
  • Organizaciones que estén llevando adelante nuevos negocios, procesos de cambio o iniciativas innovadoras que requiere redefinir las actuales y futuras posiciones.
  • Multinacionales o empresas y organizaciones con intereses y presencia internacional que necesitan reforzar la visión común de sus distintas sedes o unidades de negocio.
  • Empresas y organizacionales que estén embarcadas en procesos de Gestión del Rendimiento.

Valor añadido

  • Facilitar el establecimiento de objetivos que tengan fiabilidad y validez internas.
  • El aumento del compromiso de la plantilla por ser elaborado por los empleados.
  • Cohesión interna entre las posiciones que ocupan niveles de responsabilidad equivalentes.
  • Aplicación efectiva y más sencilla de la gestión del rendimiento.

Si estás interesado, escribe a contact@pelloyaben.com